Cuanto tienes el huerto arreglado, los calçots bien calzados, esperando que maduren una semana más las olivas arbequina y la tierra ya esta un poco más seca de las ultimas lluvias, es momento de Labrar.
Quien no lo haya probado nunca, es una sensación de poder y a la vez respeto, por que un error lo puedes pagar muy caro. Pero… antes lo hacían con bueyes. Os lo imagináis?